ENTREVISTA EN huelvainformacion.es


José Manuel Esteban.

"Nuestro principal problema es la falta de autocrítica"

Este humorista gráfico afirma que "la estupidez es como de la familia. Siempre ha estado cerca cuando la he necesitado" y cree que la naturaleza del dibujante "es depredadora, del tipo carnívoro".
Javier Chaparro | Actualizado 14.03.2014 - 11:03
 José Manuel Esteban./ Paqui Segarra
Un Buster Keaton de la viñeta. A lo Buster Keaton, Esteban (Madrid, 1967) afirma que ante una cámara es mejor no sonreír, aunque al final hace una levísima concesión. Todo por la entrevista. Con sólo 18 años inició su carrera profesional en el diario Abc de Madrid y con 22 obtuvo el Premio Mingote. Con 23 se licenció el Filología Alemana y antes de ser uno de los viñetistas de referencia del Grupo Joly y de La Razón, pasó por los rotativos Ya Cinco Días. Hasta el 21 de marzo expone una amplia selección de su obra en la Casa Colón de Huelva, ciudad en la que reside y en cuya Universidad fue profesor asociado, como antes lo fue en la Complutense.

-¿La inspiración le viene trabajando?


-La inspiración me viene trabajosamente. Y, por lo general, llega con lo puesto. Yo produzco más bien a golpe de urgencia; a eso de las seis de la tarde, cuando me llamáis de la redacción para apretarme las clavijas. El dibujante de prensa no se atiene a los cánones de la producción artística, sino de la periodística.

-¿El peor chiste?


-Cuando la realidad supera a la viñeta.

-Pues la realidad se lo pone a usted muy difícil.

-Leer un periódico no es fácil. Hay que pararse a reflexionar. No hace falta pensar demasiado, sólo reflexionar. Por lo demás, el periódico con un café entra mejor, tonifica y regenera la capacidad de estupefacción

-¿Qué hace un chico tan serio como usted haciendo humor gráfico?


-Aportar un poco de seriedad al mundo, que está muy necesitado de ella.

-Lo suyo es el humor, pero sus viñetas a veces muerden. 
-Una viñeta que no muerde, o pincha o corta, es una viñeta malograda y una oportunidad perdida de hacer méritos en el oficio. Nuestra tarea es la de buscar a quién hincarle el diente. La naturaleza del dibujante es depredadora, del tipo carnívoro.

-Profesor de alemán. ¿Cómo lo aprendió?


-Con mucho sufrimiento, como todo lo bueno en la vida. El aprendizaje de una lengua no tiene atajos y menos el alemán, que es todo recto y un trecho largo. Pero si se persevera es muy gratificante y una herramienta muy útil. Yo leo a Goethe y las instrucciones de la lavadora.

-¿Sus versos favoritos?


-Siempre me ha gustado mucho Claudio Rodríguez: "La belleza anterior a toda forma / nos va haciendo a su misma semejanza". Estos dos versos me parecen de una religiosidad telúrica.

-¿Le da la razón a Merkel como profeta de la austeridad?

-Yo a la señora Merkel le doy la razón en todo, como Rajoy cuando dice que no se dejará influir por la señora Merkel.

-La respuesta parece un trabalenguas.
-Eso pasa cuando se habla de política.

-¿Le han tomado por guiri?

-Siempre que salgo de España. Se me nota hasta en los andares. Todos somos guiris de algún lugar, por eso se agradece tanto la hospitalidad, que es una virtud en desuso.

-España, camisa blanca... Siga la frase.

-Camisa blanca... Me parece una metáfora de quita y pon. Imposible reducir a España a una única prenda. Lo que sí es cierto es que España es una cosa que siempre se lleva puesta.

-Andalucía, blanca y verde, ¿coincide con la elección de colores?

-Andalucía no es tanto de colores como de intensidades tonales. Blanco chillón y verde reventón.

-¿Su preferido entre los siete pecados capitales españoles?


-Mi pecado capital preferido es el que no se comete. O, al menos, el que se comete por error o por obcecación, esa virtud tan española.

-¿Cuál es el suyo?

-Yo me he especializado sobre todo en la pereza y la ira; esta última sólo de vez en cuando, si consigo sobreponerme a la pereza. Cultivo otros, pero esos ya como aficionado.

-Paro y corrupción, los primeros problemas para los españoles, según el CIS. ¿Se pueden representar en un sólo trazo de lápiz?

-Nuestro principal problema no es ninguno de esos dos, sino la falta de autocrítica, tan descomunal, que engloba todos los demás. Y eso es muy difícil de reducirlo a viñeta, porque a poco que me descuide, acaba salpicándome. Así que en estas estamos, haciéndole la autocrítica al prójimo y dejando la propia para otro día.

-¿Cómo dibujar la estupidez?


-Yo a la estupidez le tengo mucho respeto, es como de la familia. Siempre ha estado cerca cuando la he necesitado.

-Se lo pongo más fácil. ¿Cómo retratar la inteligencia?


-Eso es todavía más difícil porque suele salir a la calle de incógnito.

-Usted, tan hispano, será más de Superlópez que de Superman.

-Más que hispano, soy español. Soy muy fan de Amilcar Barca y de Agustina de Aragón, esos sí que tenían agallas.

-Lo de recalar en Huelva, ¿fue el destino o el azar?


-Fue el tren. Enseguida te plantas en la Plaza de las Monjas. En realidad, fueron Renfe y mi mujer.

-No le veo con pinta de ir camino del Rocío.

-Fuera de temporada de fervor, puede verme alguna vez por allí. Pero reconozco que no me he integrado en las tradiciones de Huelva. Tampoco en las de mi pueblo, Madrid, que son básicamente llegar con la lengua fuera a todas partes. Soy poco de seguir las tradiciones, y menos si hay que seguirlas a lomos de un caballo o a pie, detrás de un caballo. Tampoco me verá de costalero, sino acarreando.

-Venga, atrévase con un fandango.

-"Todo cuerpo sumergido en el agua experimenta un empuje hacia arriba igual al del peso del líquido que desaloja, que bien puede ser de mi ría de Huelva". Espero que valga, es que soy muy cartesiano.

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